sábado, marzo 06, 2010

Aves de presa


Esta es una de esas divertidi­simas novelas de aventuras y accion que por algo se ha convertido en una de las mas vendidas tanto en los pai­ses de habla hispana como en la mayori­a de los de habla inglesa.

En el ano 1677, durante la guerra entre Inglaterra y Holanda, Sir Francis Courteney, corsario ingles, patrulla la costa sur de Africa en busca de barcos holandeses cargados de oro y especias. Su hijo, Hal, ha sido educado para sobrevivir en ese mundo tan peligroso. Sin embargo, tambien ha adquirido una amplia cultura general y un codigo de honor muy estricto.

Sir Francis era muy devoto, siempre le pedia ayuda a Dios -en realidad para matar cristianos, aunque no era error suyo, sino de la epoca-, no permiti­a a la tripulacion ni las apuestas ni el alcohol y pertenecia a una orden que era la sucesora de la Orden de Caballeros Templarios.

Ademas de los dos protagonistas, Smith crea una serie de personajes muy interesantes; un coronel que odia a Hal; la esposa del gobernador holandes que es guapi­sima; el negro orgulloso y siempre fiel, los piratas terribles, sanguinarios y sin codigo de honor; los corsarios nobles y leales; en fin, todos esos personajes, muchas veces de caracteri­sticas exageradas, que hacen el relato mas emocionante.

Tambien encontramos muy bien descritas las condiciones de vida de la epoca. Que comi­an, como se curaban las heridas, la manera de pensar tanto de ingleses que vivi­an en barcos, como de holandeses que vivi­an en las colonias, y tambien de los negros que vivian en las selvas.

Hal vivira muchas aventuras en ese misterioso continente, conocera el amor, pero tambien el cautiverio; intervendra en una guerra santa y se defendera valientemente de los villanos.
En fin, una novela que nos traslada al pasado y a las aventuras.

jueves, marzo 04, 2010

La Encuadernadora de Libros Prohibidos


Dora Damage sabe que está en la miseria, atrapada en el Londres victoriano entre la enfermedad de su marido, Peter, incapaz de sacar adelante la pequeña imprenta familia. La presencia de su hija Lucinda hará que Dora decida encargarse de la vieja imprenta.

Perseguida por los prestamistas, Dora recorre las librerías hasta que encuentra al señor Diprose y sus ediciones pornográficas -El Decámeron, Fanny Hill, o memorias de una mujer de placer, El Ars Amatoria de Ovidio-, cuyos encargos debe realizar en el más absoluto secreto, encuadernándolas con todo lujo y filigranas, destinadas a una enigmática y acaudalada sociedad denominada los Nobles Salvajes.

Hasta que ejemplar a ejemplar, Dora va conociendo que aquellos nobles forman un club basado en compartir el conocimiento de la crueldad y de algo aún más tenebroso. Dora comenzará a darse cuenta de que ha penetrado en el seno de una obsesión de sexo, placer y muerte a la que tendrá que hacer frente si no quiere convertirse en una piel reseca más entre sus manos.

martes, marzo 02, 2010

La Guerra de las Rosas


Inglaterra, segunda mitad del siglo XV. Transcurren tiempos interesantes: el país está dividido, sumido en un caos de intrigas y alianzas cambiantes. Dos bandos irreconciliables, los York y los Lancaster, libran una lucha a muerte por el trono. Los reyes autoproclamados se multiplican; hombres y mujeres ambiciosos pujan por la corona. Pero en este juego de poder no hay lugar para los perdedores: una derrota militar puede significar una muerte brutal y la destrucción de toda una familia.

Tras la decisiva batalla de Tewkesbury, Eduardo de York ha recuperado el trono. La casa de Lancaster yace a sus pies destruida, e Inglaterra parece al fin pacificada. Su leal hermano Ricardo ha sido nombrado Señor del Norte, mano derecha del rey, y el futuro parece al fin libre de los interminables conflictos que han asolado su vida. Pero el traidor destino tiene reservadas otras cartas...

Sharon Kay Penman redime al manipulador Ricardo III popularizado por Shakespeare y reivindica a un fascinante y trágico héroe demonizado por sus sucesores. Nunca antes la historia de Inglaterra había cobrado vida como bajo la pluma de esta autora: con una maestría indudable, Penman se adentra en el laberíntico escenario de un mundo recién salido de la Edad Media, aunando una increíble fiabilidad histórica y una narración fascinante. Sin duda, la novela definitiva sobre la Guerra de las Dos Rosas.